Un día, estaba tan exhausto y cansado que no quería ni respirar. Por casualidad, conecté mis auriculares y escuché "Zombie" de Day6. La letra me hizo llorar. Me di cuenta de que no estaba solo, que alguien entendía cómo me sentía. Y desde ese momento, nunca me rendí. Sus voces me sostuvieron. Fue entonces cuando me di cuenta de que la música realmente era un consuelo. Desde entonces, siempre que me siento mal, escucho las canciones de Day6.