Cuando tiene el pelo negro, su singular inocencia resalta al máximo, y resulta verdaderamente encantadora cada vez que la veo. Sin duda, le quedan bien el rubio y otros colores de pelo, pero nada se compara con la sencillez y la profundidad que transmite el pelo negro.
Dependiendo de la iluminación, el estado de ánimo se revela con mayor claridad y las líneas faciales se enfatizan nítidamente.
De entre todos los estilos, el pelo negro es el que mejor me sienta.
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